Frente a la epidemia de obesidad que se vive tanto a nivel mundial como local, las autoridades y profesionales de la salud aconsejan reducir los azúcares en la dieta. Sin embargo, muchos han interpretado esta recomendación de manera errónea, dando por hecho que los sabores dulces son nocivos para la salud.
Buenos Aires, 19 de junio 2019 – . Según los últimos datos arrojados por la Secretaría de Gobierno de Salud y el INDEC, el 61,6% de los argentinos tiene exceso de peso, en una proporción de 36,2% de personas con sobrepeso y 25,4% con obesidad. En este marco, con el objetivo de evitar el consumo excesivo de calorías que puede conducir al sobrepeso, autoridades y profesionales de la salud aconsejan reducir los azúcares en la dieta. Sin embargo, especialistas aseguran que el gusto por los sabores dulces no está
relacionado con la obesidad ni la diabetes.
A fin de resolver la confusión, un grupo de científicos del conjunto de universidades públicas situadas en el estado estadounidense de Illinois (ubicadas en Chicago, Urbana- Champaign y Springfield) se centraron en debatir los efectos de los sabores dulces en la salud, su impacto sobre la calidad de la dieta y su posible repercusión sobre la ingesta de energía.
Allí, se analizaron los niveles de glucosa de un total de más de 700 individuos que en lugar de azúcar, consumen en sus dietas aspartamo, sacarina, estevia y sucralosa, es decir, edulcorantes aprobados por las autoridades de salud. Al comparar sus resultados con todos los estudios disponibles en Web of Science y PubMed observaron que, efectivamente, los edulcorantes no calóricos tienen un nulo efecto sobre los índices glicémicos.
“Es cierto que la reducción del consumo de azúcares es una gran herramienta para controlar el peso, pero los sabores dulces no se relacionan de manera directa con la obesidad ni la diabetes. Su preferencia no afecta a la salud en lo inmediato, salvo cuando el individuo elige en exceso alimentos endulzados con azúcar. Es por esto que, en estos casos, se recomienda el uso de edulcorantes ya que ofrecen la posibilidad de conservar una alimentación dulce, más nutritiva y sin los efectos negativos que puede tener el azúcar en grandes cantidades” asegura Jacqueline López, especialista en diabetes y médica cirujana de la Universidad Anáhuac Norte de México.
El estudio también arrojó que “a diferencia de lo que muchos creen, el consumo de edulcorantes no produce más antojo por lo dulce”. En otras palabras, los edulcorantes no provocan que las personas coman de más. En contrapunto, “cuando se utilizan en sustitución del azúcar, los edulcorantes pueden ayudar a mantener el peso corporal incluso más que el agua, debido a que satisfacen el gusto por el sabor dulce, pero sin las calorías que sí aporta el azúcar” aseguran.
Fuente:
Anna Wittekind, et.al., A Workshop on ‘Dietary Sweetness –Is It an Issue?’. International Journal of Obesity, 1º mayo 2018.
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